Redacción: Marta Aranda

Mucho antes de las comedias, del cine de terror y de los dramas amorosos, el cine era mudo, en blanco y negro y no tenía guión. Mucho antes de los grandes avances tecnológicos y los efectos especiales, cada secuencia se formaba por la unión de muchas fotografías instantáneas y el mismo aparato que grababa, proyectaba la cinta.
Si eres un apasionado del cine, seguramente conozcas a los hermanos Lumière. Y si nunca has oído hablar de ellos, te presentamos a los padres del cine. Louis y Augusto Lumière patentaron en Lyon el cinematógrafo; la unión de una cámara, un laboratorio y un proyector. Con este aparato se realizó la primera proyección pública y comercial el 28 de diciembre de 1895, fecha que señala el inicio del cine.

Hermanos Lumière
¿Alguna vez te has preguntado cómo llegó el cine a España?
A algunos les puede sorprender que el cine no hiciese escala en una gran ciudad como Barcelona o Madrid antes de volar al resto de España. Como una volada de cierzo, la corriente de los hermanos Lumière pasó y arrasó en la capital aragonesa gracias a los Jimeno, unos poderosos feriantes de la época que se dedicaban a exhibir barracas de efectos ópticos. Eduardo Jimeno Correas y su padre, Eduardo Jimeno Peromarta, naturales de la ciudad de Zaragoza, viajaron en junio de 1896 a la fábrica de los Lumière en Lyon para adquirir un cinematógrafo. En septiembre de ese año, abrieron en el número 27 del Paseo Independencia la que sería la primera sala de cine en la ciudad.

Estatua dedicada a Eduardo Jimeno Correas
La primera grabación que realizó Eduardo Jimeno (hijo) con el cinematógrafo fue una sesión de maniobras del regimiento de pontoneros en el río Ebro, pero la mala luminosidad de la película hizo que fuera desechada. Le dió una segunda oportunidad al cinematógrafo el 11 de octubre de 1897; desde un balcón situado enfrente de la basílica del Pilar, grabó la salida de los fieles de la misa del mediodía. La barraca de los Jimeno se topó con un fuerte rival: la barraca cinematográfica de Estanislao Bravo. Aprovechando el novedoso cinematógrafo que tenían en su poder, capturaron estas imágenes de Zaragoza como reclamo publicitario, y de esta forma nació la primera película española.
17 metros de cinta y una duración aproximada de dos minutos y medio componen “Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza”, la que podemos denominar orgullosos como la primera película rodada en España. La película se grabó en un soporte de nitrocelulosa con perforación circular Lumière, característica de los filmes de la época. Tras la decepción de la primera grabación y una segunda grabación sin ninguna preparación, nadie se imaginaba el éxito que tuvo esta grabación. Tal fue el revuelo que según los periódicos de la época, las proyecciones se iniciaban a las ocho de la mañana y concluían sobre las cuatro de la madrugada.
En una entrevista realizada en 1945, el pionero del cine español recordó el momento de grabación de esta manera: “Una mañana me eché al hombro la máquina tomavistas, situándome a la puerta del templo del Pilar. Excuso decir a usted la curiosidad de la gente, que jamás había concebido cosa igual. Pero aún fue mayor su sorpresa cuando, a los pocos días, después de revelar el celuloide en barreños, anunciábamos con grandes letras el acontecimiento: ‘Hoy, catorce películas extranjeras y una nacional. Todo el que estuvo en misa en el Pilar podrá verse en la pantalla.’ El éxito fue asombroso”.
¿Qué ha sido de ella?
La familia Jimeno expandió la proyección de películas a la capital española; llenó varias salas desde principios del siglo XX y siguió con el negocio hasta los años sesenta.
Pero la cinta no se ha movido de su ciudad natal: fue restaurada en una copia de seguridad por la Filmoteca de Zaragoza y el Ayuntamiento de la ciudad. El nieto del autor de la filmación, EJ Garmendia, conserva todos los derechos y las copias de esta histórica obra en su condición de heredero.
En cuanto al cinematógrafo; en 2004 la casa de subastas Christie’s de Londres, puso a la puja un lote con dos cámaras Lumière de los Jimeno, de 35 mm, un trípode en acabado de nogal y ocho películas. El valor de todo el material fue de 85.890 libras esterlinas (96.500€).
A día de hoy podemos disfrutar de la primera película española gracias a Youtube. Os dejamos el link para que podáis disfrutar de ella:
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enero 4, 2022 @ 10:33 am
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