Redacción: Pilar Sariñena
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- Algunos de los productos que vende María Peña / Pilar Sariñena
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- Camisetas de todos los colores y temáticas posibles / Pilar Sariñena
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- Detalle de una de las plantillas de camisetas de Txupez / Pilar Sariñena
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- Nacho Pellón trabajando en alguna de sus cajas / Pilar Sariñena
La artesanía vivió unos días de feria del 4 al 12 de diciembre en Zaragoza. Esos días los zaragozanos pudieron disfrutar de piezas únicas, hechas a mano y con mucho cuidado y delicadeza. Las opciones que se pudieron ver en la XXXVIII Feria de la Artesanía Aragonesa fueron casi infinitas: ropa para niños y niñas, cucharas de madera, camisetas pintadas, cajas geométricas, jarrones de colores, figuras de hierro, cuadernos de tela, pendientes…
38 años de artesanía y de elaboraciones hechas a mano en Zaragoza
Detrás de cada stand siempre hay muchas historias, anécdotas y recorrido. Pero sobre todo, siempre hay mucha satisfacción por poder mostrar el trabajo manual en el que se ha trabajado durante un largo periodo de tiempo. En esto, los artesanos son expertos.
Un ejemplo de ello es el caso de Txupez, un artista aragonés que desde hace ocho años pinta camisetas a mano con diseños muy variados. Este artesano tomó la decisión de comenzar a pintar y de convertir su hobby en trabajo en cuanto se quedó en paro de su anterior ocupación. “Desde entonces he participado en una veintena de ferias cada año, aproximadamente”, explica orgulloso Txupez. Los diseños que él plasma en las camisetas son, en su mayoría, humorísticos o reivindicativos. El artista reconoce que el que más ha hecho hasta el momento es uno que lleva la oración “la cabra siempre tira al monte”, acompañado de dicho animal.
A este artista lo reconocerán porque pasa gran parte de las ferias pintando sus creaciones. Por tanto, “como no tengo todos los diseños pintados en todas las tallas, traigo camisetas sin pintar y trabajo con encargos de un día para otro”. Además, Txupez asegura que el ambiente de las ferias es una característica “que da gusto”.
El artista Txupez pintando una de sus camisetas / Pilar Sariñena
María Peña sabe de lo que Txupez habla, pues lleva 24 años dedicándose a la artesanía. “Quería cambiar la profesión que tenía ya que me llevaba mucho tiempo y tuve un hijo y quería poder dedicar tiempo a mi familia”, recuerda Peña sobre sus inicios. Ella se dedica a la madera de Boj, con la que fabrica utensilios para la cocina como cucharas, cucharones, tenedores… Aprendió de la mano de su marido y su familia, ya que ellos “alguna vez habían hecho elaboraciones con este material”, y lo demás “lo he ido aprendiendo sobre la marcha”.
Para elaborar estos instrumentos, el procedimiento es el siguiente: “Primero hay que cortar el trozo de madera necesario y luego sobre ese trozo dibujo la pieza que voy a hacer”. En segundo lugar, María Peña explica que las cucharas tienen una característica diferente, ya que necesitan una herramienta especial para hacer la hendidura propia del cubierto. “Luego la voy recortando con una sierra de calar y el último acabado es a base de lijas, sobre todo”, concluye Peña.
Este laborioso trabajo le ha llevado a participar en multitud de ferias, tanto en Aragón como en otras comunidades autónomas del país. De sus productos reconoce que lo que más suele llamar la atención de los visitantes es “el tacto de mis piezas”.
La artista María Peña posa junto a su stand / Pilar Sariñena
Nacho Pellón es otro de los artesanos que ha estado estos días en la feria en el auditorio de Zaragoza. Su labor podría resumirse en la fabricación de cajas de madera, pero hay mucho más detrás de esas creaciones. “Estoy especializado en cajas puzzle, cajas secretas, con truco, cajas que tienen una apertura distintas”, indica el artista. Muchas de ellas están basadas en un mecanismo antiguo y en juegos de ingenio o geometría: “Una de mis creaciones es una caja que se basa en un juego de ingenio tradicional, pero le he añadido paredes para convertirla en recipiente”. Cada una de las cajas que Pellón elabora tiene un cálculo matemático detrás, como el ejemplo de un joyero que ha realizado: “Tiene tres huecos y una caja secreta que solo los libero con un mecanismo de apertura que también está basado en otro juego de ingenio”.
El truco, asegura Pellón, está en jugar con las matemáticas y la geometría. De hecho, “todos estos juegos de ingenio y la geometría ya está inventada, las matemáticas siempre han estado ahí”, sobre todo para un ingeniero que dejó su profesión por este trabajo de artesano. “Yo lo primero que hago es imaginarme lo que quiero hacer, luego veo el movimiento que tiene la pieza, lo diseño con el ordenador y, una vez tengo los planos, lo realizo en el taller con diferentes maderas y probando modelos”, detalla el artista.
Además Pellón reconoce que para su trabajo se fija en elaboraciones que se hayan hecho en todo el mundo, “para estos diseños he observado cajas cubo de Marruecos, Budapest, Cuba, Costa Rica, Japón… y lo que pretendo es darle mi toque a esos métodos”.
Nacho Pellón, mientras elabora el diseño de la tapa de una de sus cajas / Pilar Sariñena
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